El metaverso es el camino para que Internet dé un paso más. La vida, y nosotros con ella, está a las puertas de una nueva dimensión: un espacio vital entre lo físico y lo virtual.
¿Qué es el metaverso?
El metaverso es un espacio virtual que se asemeja al mundo real. Un modo de conectarnos con nuestro entorno sin la necesidad de salir de nuestros hogares.
Basta solo ponernos unas gafas de realidad virtual y otros complementos para teletransportarnos a varios lugares e interactuar entre nosotros, bajo una forma tridimensional.
¿Cómo influye el metaverso en el periodismo?
Nos encontramos ante grandes cambios. Esta nueva tecnología ya tiene un espacio en la economía y no es ajena en la industria de la comunicación.
Un ejemplo de ello, es «el periódico El Economista que abrió la primera corresponsalía en el metaverso de un medio en español».
Es así que ahora cabe la posibilidad de que se informe un hecho sin necesidad de estar en la zona de ocurrencia. Por ello, el metaverso puede cambiar el desarrollo de la comunicación hacia algo más posible y provechoso.
Siendo así, el periodista no solo podrá acceder a la información de primera mano desde cualquier lugar, sino, también podrá concretar actos de comunicación con más facilidad.
Dichos actos están relacionados con las conferencias de prensa, eventos o meetings políticos que habitualmente se efectuaban por meet o zoom, ahora será una experiencia más inmersiva y real que la actual.
De esta manera, el periodismo se mostrará más cercano al ciudadano, pues al leer un noticia tendrá acceso a imágenes en 3D e incluso al lugar donde sucede la noticia.
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Lo que el periodismo debe enfrentar
¡No todo es color de rosas!.
Como vemos, el metaverso parece ofrecer grandiosas oportunidades al periodismo y cuantiosos beneficios a los consumidores de información, pero, no todo es tan bueno.
La apariencia de veracidad en este nuevo rubro digital puede favorecer y facilitar, mucho más que antes, el incremento de las temidas fake news.
También, puede favorecer la apropiación injusta de identidad para brindar información errónea con fines políticos o económicos.
Por ello, el metaverso tiene un gran camino de desafíos que superar para realmente favorecer un periodismo de calidad.
