Los millennials lentamente pierden protagonismo y una nueva audiencia empieza a llevarse todas las miradas: la generación Z. Según diversos estudios, se trata de la más grande y diversa de la historia y todo indica que, durante las próximas décadas, seguirán ganando importancia. Por este motivo, hoy más que nunca, los especialistas en marketing necesitan comprender cómo se comportan y qué es lo que les gusta.
Perfil de la Generación Z
Entre las principales características de esta generación se encuentra su hiperconectividad, mediante la multicanalidad de formatos vía móviles, sobre todo, y tabletas y ordenadores, en menor medida, desdeñando los tradicionales canales de información como son la televisión, la radio y la prensa escrita.
El factor clave, por tanto, para entender los deseos y aspiraciones de este grupo de jóvenes a la hora de seducirles radicaría en comprender que no se trata tanto de una categoría demográfica aislada sino, más bien, de nichos de mercado que han evolucionado de generaciones anteriores que ya habían dado el salto de lo analógico a lo digital.
Estos adolescentes son mucho más dependientes de la tecnología y se desenvuelven de manera muy preferente en el ecosistema que es Internet, especialmente en el marco de las redes sociales. Además, la impaciencia y la obtención de resultados inmediatos, fruto de esa relación simbiótica con la tecnología, son algunas de sus señas de identidad generacionales.
Asimismo, la capacidad financiera de los Z es menor, por razones obvias de edad, que las de sus predecesores en la escala intergeneracional, los Y, por lo que cuentan, al menos de momento, con presupuestos de gasto mucho más ajustados.
Por último, cabe destacar que la estrategia de comunicación de las compañías a la hora de ofrecer sus productos y servicios debe tener en cuenta también que los centennials son impulsivos, lo que los lleva a desistir con facilidad.
Si la irrupción de los millennials ya produjo en su día cambios en la cultura del trabajo, la lucha por los derechos humanos o el fomento de la solidaridad, ahora les toca a los centennials dejar su huella en campos como las criptomonedas o la democracia digital.
Fuente: Estudio de Comunicación