El marketing de influencers se ha convertido en una poderosa estrategia de negocios casi imprescindible para aumentar reconocimiento, agregar valor y mantener una marca.

Muchas empresas y marcas han decidido invertir hasta un 20% del total de sus presupuesto en Marketing de Influencers. Esto demuestra la importancia de saber hacer publicidad con este tipo de campaña y aprender a conectarse con los usuarios de forma sutil, pero atractiva.

Te regalamos 5 razones por las que empezar a apostarle a marketing de influencers es una buena inversión para tu marca o negocio:

  1. Incrementa la reputación: Debido a que el Marketing de influencers es la relación o vínculo que se da entre una persona con gran reconocimiento público (influencer) y una marca o negocio, las cosas buenas que estas personas digan de ti siempre serán recordadas por tus usuarios
  2. Ayuda a generar gran engagement con el público
  3. Genera un alza en las ventas de forma rapida y directa 
  4. Es una manera acertada y bastante atractiva para dar a conocer un sitio webredes sociales o landing page de una marca.
  5. Si lo haces teniendo en cuenta una estrategia bien definida con anticipación y unos objetivos claros, no necesitas invertir grandes sumas de dinero o gastarte más de lo previsto. Recuerda que no es la cantidad, si no la calidad.

La otra cara de los influencers

Como habiamos explicado, invertir en marketing de influencers puede ser un gran golazo para tu marca, también es necesario tener en cuenta a qué tipo de influencer estás entregando tu marca.

Hace ya años que se sabe  de la existencia de granjas de “huevos”, falsos usuarios de Twitter, granjas de likes, e incluso empresas que “te pagan” por no poner comentarios negativos a sus productos.

¿Quién tiene la peor praxis profesional, las empresas que persisten en contratar los servicios de timadores profesionales o los  que no tienen escrúpulos en mentir a sus clientes y por supuesto a sus seguidores?

Puede que ambos. Las empresas que continúan con estas estrategias pueden estar seguras de que a medio plazo les pasará factura con sus usuarios/consumidores. Y, por supuesto, con su reputación.

Puede que sean modas pasajeras, alimentadas convenientemente por una industria que gana mucho dinero con estas acciones, pero con estas prácticas no solo pierde el consumidor. También pierde la empresa y sobre todo pierde la confianza en los procesos de “comunicación”. Cosa que debería preocupar y mucho a los que desarrollan su trabajo de una forma profesional.

 

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